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Cultura Grecorromana
La Cultura Grecorromana, religión clásica o religión olímpica son denominaciones usuales en la bibliografía1 para designar el sistema de creencias religiosas de la civilización grecorromana, que no obstante tiene particulares formas en cada una de esas civilizaciones: la religión griega y la religión romana; del mismo modo que ocurrió en otras manifestaciones de la cultura (la literatura, el arte, etc.).
Mitos compartidos e "Interpretatio"
La Parte esencial de la religión grecorromana era un conjunto de mitos compartidos por ambas civilizaciones (la mitología clásica —mitología griega y mitología romana-), que en el caso de la romana se fue recibiendo por los contactos con los griegos (especialmente los del sur de Italia -Magna Grecia-) y adaptando a partir de sus formas propias o de las recibidas de los etruscos. Ambos, griegos y romanos, se vieron influidos también por las formas religiosas provenientes de Oriente o religiones orientales (incluso en otras manifestaciones del arte y la cultura: el denominado estilo orientalizante), de entre las más importantes fueron los denominados cultos mistéricos (cultos de Isis y Osiris, orfismo, misterios eleusinos), el estoicismo, el mitraísmo, el judaísmo y, por último, el cristianismo.
Un rasgo peculiar de la religión grecorromana es el que se ha designado con la expresiones latinas interpretatio graeca e interpretatio romana: la facilidad con que se transponían al panteón los dioses griegos y, en general, los dioses de cualquier otro pueblo, a ambos. Esta gran capacidad de sincretismo fue particularmente importante para facilitar la incorporación de pueblos al Imperio romano. Esta circunstancia, cuya conveniencia no dejó de ser explotada, se vio en gran medida posibilitada por la existencia de varios sustratos religiosos entrecruzados y comúnmente compartidos por las civilizaciones mediterráneas, que posteriormente se ha evidenciado por el estudio de la historia de las religiones y el estudio de la religión comparada: la identificación fundamental de los dioses de los pueblos indoeuropeos y su división en tríadas; así como la extensión por el Mediterráneo de cultos primordiales como el de la diosa madre.2
Relación posterior con el cristianismo
La civilización cristiana medieval fue influenciado en los aspectos filosóficos (neoplatonismo, patrística, agustinismo) por la cultura grecorromana.3 Sin embargo, tenía serias diferencias con los griegos y romanos, debido al judaísmo, la religión de la cual el cristianismo surgió. En la etapa más temprana de la comunidad estaba formada por todos los judíos que aceptaron a Jesús como una persona venerable o incluso el Mesías. Como el cristianismo crecía y se desarrollaba, los cristianos judíos se convirtieron en una sola hebra de la comunidad cristiana primitiva, que se caracteriza por la combinación de la confesión de Jesús como Cristo con la continua adhesión a las tradiciones judías como la observancia del sábado, la observancia del calendario judío, la observancia de las leyes y costumbres judías, la circuncisión y la asistencia a la sinagoga, así como por una relación genética directa a los primeros cristianos judíos.4 Es debido a la teología, costumbres, religiosidad, ritos y cultura en general de los judíos que el cristianismo se diferenció seriamente del paganismo.